Autor:ED LEVINE, (NOAA, Retirado) NEPTUNE, NJ
RESUMEN
El autor ha trabajado durante más de 32 años en el National Oceanic and Atmospheric Administración (NOAA), primero en el rol de Coordinador de Apoyo Científico (SSC) durante 28 años y luego como supervisor de SSC durante 5 años. Durante este período, participó en cientos de eventos y ejercicios reales de respuesta a emergencias. Tuvo numerosas oportunidades de presenciar métodos de comunicación eficaces y otros no tan eficaces, en posiciones dentro del puesto de mando (SCI), junto con el personal y otros actores integrantes participantes de la emergencia, así como externamente con el público en general y los medios de comunicación.
La entrega eficaz de un mensaje se ve muy afectada por las circunstancias en las que se está operando, a quien se dirige, el tipo de información o el mensaje que se está transmitiendo y en general la situación misma que rodea al evento. Durante muchos años, el autor ha ganado experiencia práctica a través de una variedad de oportunidades de aprendizaje que incluyeron programas de desarrollo profesional, pero fundamentalmente en cada crisis que le tocó sortear.
En este documento se proporcionan sus conocimientos sobre comunicaciones efectivas para mostrar cómo los mensajes pueden transmitirse de forma eficaz, recibirse en forma clara y finalmente entenderse. Se presentan “Consejos” prácticos, se comparten procedimientos, anécdotas y ejemplos concretos para ayudar a garantizar que el mensaje sea asimilado en forma correcta.
El autor proporciona ejemplos extraídos de incidentes reales, incluido el de la plataforma Deepwater Horizon (Golfo de México – 2010), el del buque tanque MT Heibi Spirit (Corea del Sur – 2007), TS Athos I (río Delaware – 2004), así como ejercicios que incluyen planes nacionales previstos en PREP, EcoCanal y SONS. Además de estos incidentes, ejercicios y simulacros, el autor ha continuado ampliando su conocimiento a través de clases presentadas por destacados expertos en la materia, estando involucrado con el Alan Alda Center for Communicating Science, National Academy of Science, Guardia Costera de EE. UU. y la NOAA.
INTRODUCCIÓN
Lo que ha alentado al autor, en este documento, proviene de la necesidad profesional de comunicar los aspectos claves científicos que son necesarios para el personal de respuesta, al equipo del SCI y al resto de actores como partes interesadas, así como el realizar un aporte con observaciones personales de cómo todo esto puede salir sorprendentemente mal o, en el mejor de los casos, llegar a buen término. A veces, es una casualidad o incluso una coincidencia, lo que puede hacer que una situación vaya de buena a mala, o viceversa. A nuestro entender, la mayoría de las veces, todos estos desarrollos son acordes al nivel de preparación que exista. Esa preparación incluye en primer lugar comprender muy bien el tema, lo siguiente es el conocer expertos en la materia (SMEs) con quienes consultar, finalmente, y no es un punto menor, tener la habilidad de conectar con la audiencia, ya sea en forma interna con el propio comando unificado o, en forma externa, con el público en general, regulando el nivel y la profundidad de la información que debe transmitirse y, sobre todo, manteniendo siempre la calma.
En total, a lo largo de 28 años como Coordinador de Apoyo Científico (SSC) de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), más 5 años adicionales como Supervisor de Operaciones de Respuesta (lo que implicó geográficamente administrar el programa SSC desde el Estado de Maine en el NE de EE.UU. hasta la sureña Louisiana en el Golfo de México), el autor fue el SSC principal durante más de 250 respuestas y participó en numerosos simulacros y ejercicios. Los tipos de derrames de hidrocarburos atendidos van desde fugas menores de tanques de combustible para calefacción de casas, barcos de pesca encallados y, por supuesto, los grandes derrames de buques tanques, culminando en los mega derrames del Exxon Valdez (1989) y de la plataforma Deepwater Horizon (2010).
Como apoyo científico, el autor cubrió además una serie de otras posibles catástrofes de origen diverso. Desde la contaminación biológica, la radiación, descargas químicas y descarrilamientos de trenes, hasta ataques terroristas (ej. World Trade Center), cadáveres de ballenas, eventos de basura flotante, descargas de aguas residuales, eventos de desechos marinos, desechos médicos, desastres naturales como huracanes e inundaciones y finalmente actividades generales de aplicación de la ley. Cada uno de estos incidentes, requirió un conjunto de conocimientos diferentes sobre los datos analizados e información compartida.
Clave resulta, en todos los casos, la forma en que se entrega la información, la que se debe adaptar a la audiencia. Algunos ejemplos de las diferentes audiencias pueden incluir, por ejemplo en la Guardia Costera de los EE.UU. (USCG): desde suboficiales alistados para acciones directas en la escena hasta Capitanes integrantes de los SCI, e incluso, hasta Almirantes, incluyendo el Comandante en Jefe. Esa audiencia además se integra siempre por las partes responsables de la industria, representantes de agencias estatales, políticos, abogados, organizaciones no gubernamentales (ONGs), medios de comunicación y público en general.
En la sección Boston Globe Opinion (McIntyre, 2019) se argumenta que “… En la escuela de posgrado, los científicos están capacitados para convertirse en investigadores expertos, pero casi ninguno está capacitado en comunicación pública eficaz. Tampoco se suele pedir a los científicos que reflexionen sobre las raíces lógicas o metodológicas de sus disciplinas. Como consecuencia, algunos se acercan bastante a comprar una visión poco sofisticada llamada “realismo ingenuo”, que sostiene que la ciencia simplemente descubre la verdad. Cuando se les pide que defiendan sus resultados, algunos, por lo tanto, parecen tentados a presentar sus hallazgos como hechos y se sorprenden cuando una audiencia de escépticos no les cree. Pero no se convence a alguien que no cree en la evidencia, presentándole más evidencia. Lo que sí lo hace, es cuando se les ayuda a mejorar su razonamiento “. Este es claramente el objetivo de un asesor científico: asegurarse de que el receptor de los datos comprenda el valor de la información presentada y la interprete correctamente para tomar las decisiones adecuadas.
DISCUSIÓN
En un informe posterior a un taller del año 2019, realizado por Colwell & Machlis en la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias (AAAS), se discutió la necesidad de comunicaciones científicas durante situaciones de crisis y se identificaron áreas de mejora. De las cinco crisis recientes a las que se hace referencia en el informe (el ataque al World Trade Center en el 2001, el derrame de hidrocarburos de la Plataforma Deepwater Horizon en el 2010, el huracán Sandy en el 2012, la avalancha de lodo en Oso, Estado de Washington, en el 2014, y el brote del virus Zika, desde el año 2007), el autor fue, para las tres primeras, el Oficial Científico asignado por la Guardia Costera de los EE. UU. Colwell & Machlis definen el rol de la ciencia durante las crisis, incluyendo la realización de investigaciones científicas y el análisis de datos, así como la organización del personal, la comunicación y el archivo de recursos científicos y técnicos durante el evento de la crisis. Los eventos de crisis implican siempre trastornos agudos y específicos de un lugar determinado, con consecuencias tanto para las personas, como para el medio ambiente.
Según Colwell & Machlis, la ciencia durante una crisis requiere la participación de científicos e ingenieros en una amplia gama de disciplinas, incluidos los jefes de las emergencias, los administradores de recursos, los encargados de formular políticas, los propietarios de empresas y el público afectado de una u otra manera por la crisis. Como estas crisis afectan a las personas y la infraestructura y / o los activos ambientales de valor social, la ciencia durante las crisis está necesariamente centrada en el ser humano. Así, la ciencia durante las crisis ayuda también a orientar la toma de decisiones, desde las operaciones de búsqueda y rescate y los planes de remediación ambiental, hasta el monitoreo de la salud y la planificación de la evacuación. Además, el trabajo científico realizado durante la respuesta a emergencias, tiene un impacto directo en las vidas y los medios de subsistencia de los sobrevivientes en el área afectada por la crisis.
Históricamente, la ciencia ha jugado un papel importante en situaciones de respuesta a emergencias y el alcance de ese rol se está ampliando cada vez más. En EE.UU., la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), predecesora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), reclutó científicos e ingenieros para brindar experiencia y apoyar los esfuerzos de inteligencia durante la Segunda Guerra Mundial. Más recientemente, los coordinadores de apoyo científico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) se han desempeñado como expertos técnicos para respaldar la respuesta a los derrames de hidrocarburos y sustancias químicas en las aguas de los EE. UU. Otros ejemplos, incluyen los puestos de meteorólogo de incidentes del Servicio Meteorológico Nacional (NWS), los Equipos de Respuesta Rápida Global, creados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el Grupo de Ciencias Estratégicas (SSG) del Departamento del Interior (DOI) y el Departamento Geológico de EE. UU. (USGS), en coordinación con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), todo lo que garantiza que los científicos estén en el sitio correcto para brindar su conocimiento en cada situación.
Algo que se debe recordar siempre, es que es importante estar al tanto de las diferentes circunstancias que rodean las comunicaciones internas dentro del puesto de mando, así como las comunicaciones externas con las partes interesadas y la opinión pública. En el puesto de mando, se invita al SSC u otro especialista técnico a formar parte de la estructura de mando y, como tal, integrando el SCI es una entidad reconocida que cuenta con credenciales e historial. Esto convierte al SSC en una persona de confianza con un enfoque imparcial y así es reconocido en la interna. Sin embargo, para el público externo, esta persona es una incógnita. Entiéndase que pueden existir visiones tergiversadas, ya que esta persona científica está trabajando con la Parte Responsable, y por allí pueden existir interpretaciones de que sus definiciones científicas estén sesgadas y conspiren contra el interés público.
Durante las crisis, la confianza debe construirse en un período de tiempo muy corto para garantizar que la información se transmita y se comprenda. Aquí es donde entran en juego las “habilidades blandas.”
Las recomendaciones sugeridas del informe (Colwell & Machlis, 2019) relevantes para este documento incluyen:
– el que las comunidades científicas y de respuesta a emergencias deben expandir la capacitación conjunta y la divulgación / educación
– el que, al inicio de una crisis, se debe activar un centro de intercambios centralizado, desarrollada con anticipación, para recopilar, difundir y coordinar la información científica pertinente.
Ambas sugerencias convergen en el hecho de que no es suficiente tener los mejores datos científicos disponibles, sino que también se debe saber cómo convertir esos datos en información comprensible para un máximo de actores.
Las recomendaciones destacadas en el informe para futuras investigaciones en el área de la comunicación de la ciencia durante una crisis mencionan, específicamente, queque, en la entrega y presentación de información científica durante una crisis, a los tomadores de decisiones, a los medios de comunicación y al público, se puede afectar significativamente la respuesta a la emergencia, a la seguridad pública y a las consiguientes actividades de restauración.
En este tema, las preguntas claves para abordar incluyen:
1. ¿Qué técnicas de visualización y métodos de entrega o presentación son los más adecuados para comunicar información científica a diferentes audiencias?
2. ¡Cuál es la mejor manera de…?
a) agilizar las comunicaciones técnicas para diferentes públicos en diferentes momentos;
b) dar cuenta de una variedad de perspectivas y hallazgos científicos;
c) abordar las posibles preocupaciones éticas en la comunicación de datos sensibles;
d) evitar la sobrecarga de información, la mala interpretación y la confusión innecesaria
CAPACITACIÓN Y EXPERIENCIA DEL SSC
Las “habilidades blandas” (identificadas en https://www.thebalancecareers.com/) son los atributos personales, los rasgos de personalidad, las señales sociales inherentes y habilidades de comunicación necesarias para el éxito en el trabajo. Caracterizan cómo una persona interactúa en sus relaciones con los demás.
A diferencia de las habilidades duras que se aprenden, las habilidades blandas son similares a las emociones o conocimientos que permiten a las personas “leer” a los demás. Son mucho más difíciles de aprender, al menos en un aula tradicional. También son mucho más difíciles de medir y evaluar.
Las habilidades blandas incluyen actitud, comunicación, pensamiento creativo, ética de trabajo, trabajo en equipo, redes, toma de decisiones, positividad, gestión del tiempo, motivación, flexibilidad, resolución de problemas, pensamiento crítico y resolución de conflictos.
La División de Respuesta a Emergencias (ERD) de la NOAA dedica mucho tiempo y esfuerzo a capacitar a los SSC en materias científicas “duras” como química, biología, procesos físicos y salud y seguridad. Para proporcionar los servicios técnicos necesarios, los SSC también deben desarrollar “habilidades blandas” para permitir una interacción exitosa con los clientes y la comunidad de respuesta. Las “habilidades blandas” que los SSC necesitan se enumeran a continuación, pero esta lista ciertamente no incluye todas las “habilidades blandas” y las habilidades que los SSC necesitan para aplicar durante las respuestas, las sesiones de planificación, las reuniones y muchas otras actividades.
Las destrezas y “habilidades blandas” de los SSC incluyen (entre otras):
- Comunicación
- Coordinación
- Negociación
- Organización
- Cooperación con Humor
- Planificación
- Cuestionamiento
- Liderazgo
- Entrenador confiable
- Escribir
- Demostrar
- Abogar (Defender)
- Iniciativa
- Tutoría
- Compasión
- Navegación
- Difusión
- Interpretación en el asesoramiento
- Correlacionar
- Anticipar
- Conocimiento institucional
- Órgano de control
- Escuchar
- Enseñar
- Empatía
- Resolución de problemas
Implicaciones futuras
En un intento por ampliar el uso de un asesor científico en diferentes eventos de desastres, varios oficiales de la USCG y del SSC de la NOAA describieron y propusieron a la FEMA el concepto de un asesor científico de respuesta a múltiples peligros, basado en el rol del SSC de la NOAA. FEMA adoptó este concepto y agregó el puesto de Asesor de Ciencia y Tecnología (STA) al personal del Comando de Incidentes (FEMA-509-v20170717 de septiembre de 2017) en el Sistema Nacional de Manejo de Incidentes (NIMS). Según la definición de tipificación de recursos para la Gestión de Emergencias del Sistema Nacional de Calificación, la STA “brinda asesoramiento e informa la toma de decisiones para todas las actividades de incidentes relacionadas con la ciencia y la tecnología”, las que incluyen:
1. Supervisar las operaciones de incidentes y brindar asesoramiento científico y técnico sobre asuntos relacionados con la integración de la ciencia y la tecnología en los esfuerzos de respuesta a incidentes.
2. Mejorar la seguridad, ayudar en la planificación de acciones de incidentes e informar la toma de decisiones para todas las actividades de incidentes relacionadas con la ciencia y la tecnología.
3. Consultar con expertos en la materia en las comunidades científicas y tecnológicas para recopilar información, servir como enlace y hacer recomendaciones al Comando del Incidente, al Comando Unificado o al director del centro.
4. Mantener una red extensa en toda la comunidad científica y utilizar este recurso según sea necesario para ayudar a informar a las operaciones del incidente.
5. Garantizar una gestión adecuada de la información de los datos científicos adquiridos durante las operaciones del incidente y las pruebas de campo.
6. Difundir información técnica y capacitar a todo el personal de respuesta que pueda necesitar conocimientos especiales relacionados con la planificación de incidentes y las actividades de respuesta.
También se sugiere aquí que el puesto de STA también incluya habilidades y capacitación en comunicaciones y divulgación (como se enumera anteriormente para los SSC), para comunicaciones tanto internas en el SCI como externas a otras partes interesadas.
Lecciones de vida aprendidas a través de los años
Conocer los hechos:
• La gente quiere información precisa sobre lo que sucedió y cómo ese evento podría afectarlos.
• La información debe ser consistente y coherente.
• Debido a la presión del tiempo en una crisis, existe el riesgo de información inexacta. Si se cometen errores, deben corregirse lo antes posible.
• La filosofía de hablar con “una sola voz” en una crisis es una forma de mantener la precisión.
• Hablar con “una sola voz” no significa que solo una persona hable en nombre de la organización. Se refiere al uso de un conjunto de hechos acordados previamente para difundir luego la información.
Hablar sobre lo que uno sabe:
• Hágale saber a la audiencia sus credenciales y la razón por la que habla con ellos: el por qué deberían creerle.
• Esto incluye sus experiencias de vida y títulos académicos. Las experiencias de la vida pueden incluso superar los aprendizajes académicos.
Saber lo que no se sabe (¡tanto como le sea posible!):
• Es perfectamente razonable responder a una pregunta indicando que no se conoce la respuesta y que se intentará obtener esa información más adelante.
• Mi cita favorita de un colega, el Dr. Jerry Galt, es: “Nos reservamos el derecho a ser más inteligentes en el futuro”. Esto infiere el aprendizaje a medida que se dispone de nuevos datos y el ajuste de las hipótesis y los resultados potenciales para que se ajusten a la nueva información.
• Entregue toda la información prometida a las partes interesadas tan pronto como las conozca.
• Una cita, de la Dra. Jacqui Michel, relacionada con los caprichos de responder a un derrame de hidrocarburos es: “Nunca he estado en el mismo derrame dos veces”. La interpretación de esto es que algo siempre es diferente, y solo porque estuvo en un incidente similar, no asegura que el nuevo incidente tendrá el mismo resultado.
Conocer a la audiencia:
• Establezca el tono y la voz adecuados para su mensaje. Esto incluye su propia apariencia.
• Presentar la información de forma clara evitando la jerga o los términos técnicos.
• Utilice analogías según corresponda.
• La falta de claridad hace que las personas piensen que la organización está siendo confusa a propósito para ocultar algo.
Ser empático:
• Muestre su humanidad. Permita que la gente vea que usted es un ser humano y que representa eso en la respuesta.
• Conéctese con las personas con las que está realmente hablando (no con las otras menos involucradas).
“Desarrollar empatía y aprender a reconocer lo que piensa la otra persona son esenciales para una buena comunicación. Las comunicaciones no tienen lugar porque le digas algo a alguien. Tienen lugar cuando los observas de cerca y rastreas su capacidad para seguirte. La responsabilidad realmente pertenece a la persona que habla, no a la persona que escucha ”. – Alan Alda (2017)
Usar el corazón y la mente:
• Recordar que se está lidiando con una situación estresante. Hay que tratar de no hacerla más estresante.
• Hay que ser comprensivo con la situación que rodea al incidente.
• Siempre mantener la calma.
Tener conciencia social:
• Ser consciente del estado interior de los demás (Empatía).
• Captar sus sentimientos y pensamientos (Teoría de la Mente).
• Reconocer situaciones sociales complicadas (Comprensión).
En lugar del “Pero…”, usar el “Y sí…”, convirtiendo la expresión hacia algo positivo:
• El “Y sí…” ayuda a expandir la conversación.
• EL “Pero” reduce una conversación y parece contradecir.
Contar una historia:
• Las historias son formas poderosas de conectarse con las personas.
• Todos aman una buena historia. Tome su mensaje y vea cómo puede convertirlo en una historia con un comienzo, un desarrollo y un final. Diseñe una trama: el bien contra el mal, un giro que no ven venir, la superación de la adversidad, etc.
• Las analogías pueden ser útiles si son comprensibles y relevantes.
Empiece por el final – ¿Por qué está aquí? – Su objetivo siempre positivo:
• Presente por adelantado el propósito y la sinopsis del mensaje.
• Hágale saber a la gente qué esperar.
Evitar:
• “Sé de lo que estoy hablando y eso termina la discusión”.
• “No lo entenderás”.
•”Confía en mí.”
Lecciones aprendidas en casos de incidentes en el mundo real
Los siguientes incidentes han sido casos en el mundo real, los que se utilizan aquí para ilustrar algunos de los elementos enumerados anteriormente:
– Incidente de cloruro de vinilo en Paulsboro, Nueva Jersey (2012) –
Conocer a la audiencia:
Inicialmente se organizó una reunión en el Ayuntamiento para informar al público sobre el estado de la respuesta. Lo que se hizo allí fue un evento tipo feria universitaria. El sistema de megafonía falló y para ser escuchado, uno de los representantes de Nueva Jersey le comenzó a gritar a la audiencia. La multitud comenzó a gritar y el moderador comenzó a perder el control de la situación. Al final, un especialista en asuntos públicos de la USCG subió al podio y organizó a las personas para que comenzaran a ir a los puestos correspondientes y así obtener respuestas a las preguntas específicas. Esto volvió a enfocar el evento en el rumbo adecuado. De lo contrario, se hubiera convertido en una situación caótica.
– DWH (2010) – Contar una historia:
Durante una reunión informativa con el almirante Thad Allen (USCG, retirado) se le preguntó sobre el estado de las operaciones de dispersantes, las que venían ocurriendo durante muchas semanas. Para describir mejor la situación, el referente utilizó una analogía del film Viaje a las Estrellas que dice “Estamos en un territorio inexplorado”. Entendió que habíamos superado cualquier experiencia previa que existía con esta cantidad de dispersantes y se estaba aprendiendo a medida que se avanzaba.
– DWH (2010) – Usar el corazón y la mente:
Durante una reunión del Ayuntamiento organizada para discutir las operaciones de dispersantes con el público, se destacó un intercambio específico con una pareja de personas. Estaban muy preocupados por los posibles efectos que tendría el dispersante en la calidad del agua y cómo afectaría eso a sus hijos. El marido vestía una camiseta de la marca Harley Davison. El responsable procuró primero conectarse con él como otro propietario de la misma marca de motos, luego de lo cual se enfocó en las preocupaciones específicas y pudo aliviarlas al brindarles a los padres los datos sobre dónde se estaban aplicando los dispersantes, el monitoreo continuo y las medidas de seguridad implementadas.
– DWH (2010) – Ser empático:
El Comandante de Incidentes de la USCG asistió a una reunión del Ayuntamiento para discutir los esfuerzos de respuesta. Sus declaraciones iniciales fueron personales y de dedicación al público para que la respuesta fuera lo más efectiva posible. Indicó que se estaba perdiendo el cumpleaños de su hijo esa misma noche, para estar allí trabajando y hablando con la audiencia. Como la mayoría de la audiencia eran padres, logró un impacto directo en ellos.
– DWH (2010) – Hablar sobre lo que se sabe:
En una entrevista de prensa inicial con los medios, para ayudar a establecer expectativas, el responsable declaró lo que sabía de las experiencias de respuesta previas y el movimiento del hidrocarburo en el agua, indicando que eventualmente el hidrocarburo llegaría a la costa. Esa fue la primera vez que se mencionó el tema. En las siguientes dos semanas, el hidrocarburo llegaría a la costa inexorablemente.
– Incidente “Lemon” del MT Rio Puelo (2004) –
Conocer los hechos – Saber lo que no sabe:
Durante esta respuesta, hubo muchos vacíos en el reconocimiento de cuál era la amenaza real. La SSC tuvo que establecer una compleja amenaza de bioterrorismo, desde el grupo científico a los tomadores de decisiones, todo siempre con una gran incertidumbre. Al final resultó que, todo el incidente fue un engaño, pero resultó ser una gran oportunidad de aprendizaje y ejercicio para la comunidad de respuesta.
– M/V Athos I (2004) – Empezar por el final – Gestionar las expectativas: Después del cierre de la planta de energía nuclear de Salem debido a la entrada de hidrocarburos, el Comandante de Incidentes de la USCG indicó: “Depende de Usted decirles cuándo reiniciar el reactor nuclear.” Con esa consigna en la cabeza, al día siguiente, el responsable le dijo al Capitán que era su trabajo proporcionar la información a los operadores de la planta y su decisión sobre cuándo era seguro reiniciar las operaciones de energía en la planta.
– TV Hebei Spirit (2007) – Conocer los hechos:
Mientras se discutía la efectividad de las operaciones con dispersantes, el Comandante de la Guardia Costera de Corea del Sur preguntó: “¿Cómo sabemos si los dispersantes están funcionando?” La respuesta retórica del responsable fue: “¿Tu miraste?” La respuesta no tuvo la intención de broma y le permitió al responsable discutir cómo monitorear la efectividad del dispersante tanto en el agua con instrumentos, así como visualmente desde el aire.
– Derrame de San Jacinto (1994) – Conocer a la audiencia:
El Comando Unificado asistió a una reunión del ayuntamiento con los residentes locales. No se anticipó el grado de indignación de los asistentes. Hubo mucha hostilidad y enojo por cómo el incidente estaba afectando a los propietarios. El Comando Unificado no contó con la confianza del público ni fue capaz de superar la animosidad presente. El evento se convirtió en un problema mayor para el Ayuntamiento debido a la falta de preparación previa.
CONCLUSIONES
Los derrames de hidrocarburos son, por definición, eventos caóticos. Las condiciones a menudo cambian rápidamente a medida que el hidrocarburo se mueve por el medio ambiente y está sujeto a las corrientes, las olas, el clima y todo lo que se interponga en su camino. Con el tiempo y los recursos siempre limitados, los responsables de la respuesta necesitan “ciencia sólida” para tomar decisiones, con información acorde, a fin de minimizar los impactos sobre los recursos naturales y sobre las comunidades dependientes afectadas económica y socialmente.
Los científicos de la NOAA también deben ayudar rápidamente a determinar cuáles son las propiedades del hidrocarburo, hacia dónde va, qué organismos y entornos se encuentran en su camino y qué se puede hacer para ayudar a mitigar los impactos para minimizar la exposición y el daño a los recursos naturales.
Los expertos de la NOAA deben poder comunicar sus hechos, discutir las incertidumbres y discrepancias, ya que puede haber más de una forma de interpretar los datos y permitir que los tomadores de decisiones dentro de un puesto de mando comprendan y avancen, ya que el tiempo suele ser esencial en estos incidentes. Además, los datos en los que se han basado las decisiones deben estar disponibles para el público y los medios de comunicación de manera comprensible, las que necesariamente deben ser diferentes a la comunicación interna que se maneja dentro del SCI.
Si bien la adquisición de conocimientos científicos se puede obtener a través de los textos y manuales, la academia y el estudio especializado, la capacidad de transmitir ese mismo conocimiento es otro tipo de habilidad. La capacidad de comunicarse requiere un conjunto diferente de habilidades, práctica, retroalimentación y superación de obstáculos. Existen numerosos estudios y casos de observación de los principales expertos en sus respectivos campos de estudio, los que no son capaces de explicar con fluidez el contenido, el contexto y las implicaciones de su trabajo a personas que no pertenecen a su campo de especialización.
Todo lo anterior tiene implicaciones y son muy diferentes cuando las comunicaciones científicas dependen de una rápida toma de decisiones, pero además cuando el 100% de los hechos no están disponibles. La esencia de este documento es demostrar la necesidad de “habilidades blandas” para comunicar de manera coherente y comprensiva la “ciencia sólida”, de hechos y cifras, a personas sin títulos en ese tipo de estudios avanzados.
REFERENCIAS
Alda, A. 2017. If I Understood You, Would I Have This Look On My Face? My Adventures in the Art and Science of Relating and Communicating. Mayflower Publications, Inc. 213pp.
Barton, L. Crisis in Organizations II. Cincinnati: South-Western, 2001. 287 pages.
Colwell, R. & G. Machlis. Science During Crisis: Best Practices, Research Needs, and Policy Priorities. Cambridge, MA. American Academy of Arts and Sciences. 2019.
Federal Emergency Management Agency (FEMA). National Incident Management System (NIMS). Third Edition. October 2017. https://www.fema.gov/media-library-data/1508151197225-ced8c60378c3936adb92c1a3ee6f6564/FINAL_NIMS_2017.pdf
McIntyre, L. What’s so special about science? Boston Globe Opinion. Updated May6,2019
National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA). Scientific Support Coordinator Training Guidebook. 2019.
The BalanceCareers. 2019. https://www.thebalancecareers.com/